La ausencia de aventuras fantasmales en mis vigilias pudo haberme llevado a la fácil –e irracional–actitud de negar su existencia. Por lo que sé, existen fantasmas que no reconocen la existencia de los seres humanos, posiblemente por la misma razón, porque nunca han visto a un individuo de nuestra especie. Puede darse el raro caso de fantasmas que acepten la existencia de los seres humanos y que no se les manifiesten simplemente por temor.
Se puede recontar la historia de los fantasmas según las religiones imperantes, según las costumbres de cada época, según los filósofos. Se puede mencionar la manera como los científicos han tratado a los fantasmas (tal vez sin tomar en cuenta que ya había muchos fantasmas antes de que existiera el primer científico), y uno llega al punto de que, habiendo estado los fantasmas presentes desde siempre en la tradición oral de todos los pueblos y habiendo surtido esas narraciones a los más grandes clásicos, el más apropiado territorio de los fantasmas es la literatura. Para empezar, allí nadie les va a preguntar si, de verdad, existen, ni nada por estilo. Y lo que hace la literatura es darles un papel, conferirles continuidad para hacer emocionantes las historias.
En compensación a su potencial literario, los fantasmas están, desde sus orígenes, en las obras más esenciales de la literatura. La lista es tan apabullante (Homero, Virgilio, Ovidio, Dante, Chaucer, Gio-vanni Boccaccio, Cervantes, Shakespeare, Dickens, Rulfo, García Márquez…) que mejor sería jugar a encontrar un gran autor que no haya tropezado con fantasmas. El tema siempre estuvo ahí.
Darío Jaramillo Agudelo nació en Santa Rosa de Osos (Antioquia, Colombia) en 1947. Ha publicado nueve libros de poesía: Historias (1974), Tratado de retórica (Premio Nacional de Poesía, 1978), Poemas de amor (1986, 2013), Del ojo a la lengua (ilustraciones para diez grabados de Juan Antonio Roda, 1995), Cantar por cantar (Pre-Textos, 2001), Gatos (Pre-Textos, 2005), Cuadernos de música (Pre-Textos, 2008), Sólo el azar (Pre-Textos, 2011) y El cuerpo y otra cosa (2016). De su poesía se han hecho tres reediciones completas: 77 poemas (Universidad Nacional, 1987), 127 poemas (Universidad de An-tioquia, 2000) y Libros de poemas (Fondo de Cultura Económica, 2003), y varias selecciones parciales entre las que se cuentan Antología poética (1991), Cuánto silencio debajo de esta luna (1992), Razones del ausente (1998), Aunque es de noche (Pre-Textos, 2000), Del amor, del olvido (Pre-Textos, 2009) y Basta cerrar los ojos (Era, 2015). También ha publicado el libro en prosa Guía para viajeros (1991); un texto autobiográfico, Historia de una pasión (Pre-Textos, 2006); el ensayo Poesía en la canción popular latinoamericana (Pre-Textos, 2008) y un Diccionadario (Pre-Textos, 2014); además, las novelas La muerte de Alec (1983; Pre-Textos, 2013), Cartas cruzadas (1993), Memorias de un hombre feliz (2000; Pre-Textos, 2010), El juego del alfiler (Pre-Textos, 2002), Novela con fantasma (Pre-Textos, 2004), La voz interior (Pre-Textos, 2006) e Historia de Simona (Pre-Textos, 2011).