El Primer Concurso de Cante Jondo de 1922, celebrado en Granada bajo la influencia de Manuel de Falla y otros intelectuales como Zuloaga, Cerón, Lorca o Rusiñol, no fue un acontecimiento musical, al menos no principalmente. Desde febrero de ese año hasta meses después de su celebración, los días 13 y 14 de junio, su repercusión fue tremenda, y no solo en Granada y Madrid, sino en toda España, teniendo incluso eco internacional. Las decenas y decenas de textos que se escribieron durante aquellos meses apenas si se han vuelto a leer desde entonces, pese a contener claves fundamentales para entender el sentido amplio y la pulsión política que el Concurso representaba.