Mientras informaba sobre las numerosas víctimas civiles de los ataques con drones en Pakistán y Yemen, el periodista Pratap Chatterjee empezó a sospechar de la posible relación entre estas muertes indeseadas y la imprecisión del sistema de vigilancia electrónica utilizado por Estados Unidos para localizar los objetivos. Así pues, junto con el dibujante Khalil, se propuso investigar esa conexión e indagar en los entresijos tanto de las corporaciones que venden los programas informáticos de espionaje como de las agencias militares y de inteligencia que los compran.
El resultado de su exhaustiva investigación es esta historia vibrante y reveladora que desentraña un tema muy complejo y lo pone al alcance de todos. En definitiva, se trata de un gran reportaje gráfico que nos invita a reflexionar sobre la amenaza que estos potentes sistemas podrían suponer si cayeran en manos de algún grupo independiente y corrupto o de un líder irracional y compulsivo.