Nicolas, de ocho años, va a pasar una semana en la nieve. Va a disfrutar, junto con sus compañeros del colegio, de una semana de diversión en una estación de esquí. Es lo que en las escuelas francesas se conoce como semana blanca, que permite que los niños se oxigenen con unas breves vacaciones y rompan por unos días la rutina de las clases. En ese paisaje nevado y gélido, Nicolas conoce a su monitor de esquí y hace un nuevo amigo, el temible Hodkann, el terror de los dormitorios. Pero esos días de diversión tendrán para él mucho de viaje iniciático: el lector no tarda en ir percibiendo que sobre esa semana en la nieve planea una amenaza, un desasosiego difuso, una incertidumbre perturbadora, que se materializará de un modo terrible cuando llega la noticia de que en un pueblo vecino ha sido asesinado un niño... Mezclando la crónica de sucesos, el relato fantástico y el inquietante universo de los cuentos de Perrault o los Grimm, Emmanuel Carrère aborda con sutileza y auténtica maestría literaria los temores infantiles, las inseguridades de una etapa en la vida de una persona en la que los miedos pueden convertirse en pesadillas.
«Con esta novela Emmanuel Carrère confirma su excepcional aptitud para la renovación. Y su arte como narrador alcanza una nueva cima» (Jean-Pierre Tison, Lire).
«Con un rigor extremo, con un tacto extremo, Carrère traza una red de sutiles señales, amenazas y premoniciones, trabajando con un registro preciso, directo, casi naturalista, en la elaboración de una perfecta narración de terror» (Vincent Landel, Le Magazine Littéraire).
«Una semana en la nieve es un viaje al imaginario infantil, a sus sombras, a sus sufrimientos intolerables» (Dominique Bona, Le Figaro).
«La sexualidad, a diferencia de otros libros de Carrère, ocupa en Una semana en la nieve un lugar central, como fuente de pavor» (Claire Devarrieux, Libération).
«Transparente y sólida, la escritura de Carrère juega muy eficazmente a la sugestión, sin insistir nunca. La nieve, omnipresente, le ofrece un contrapunto imaginario que hace que la novela se deslice hacia otra dimensión» (J.-M. de Montremy, La Croix).
«Un impresionante viaje a los recovecos del alma de un niño, narrado con un estilo glacial pero que plasma las heridas» (Jean-Claude Lebrun, l'Humanité).
«¿Y si con esta aterradora novela Carrère resultase ser un retoño feroz de Henry James?... Una semana en la nieve es una obra maestra» (Jean-François Josselin, Le Nouvel Observateur).
«Hay arte en mayúsculas en esta pesadilla en la nieve» (Annie Coppermann, Les Échos).