Ethel y Julius Rosenberg fueron detenidos el 17 de julio de 1950, en presencia de sus dos hijos, en su apartamento de Nueva York acusados, en plena Guerra Fría, de conspiración para cometer espionaje, y de "entregar el secreto de la bomba atómica a la amenaza comunista" Fueron ejecutados en la silla eléctrica el 19 de junio de 1953, en lo que supuso la primera sentencia a muerte de civiles por conspiración y espionaje en la historia de Estados Unidos, después de un juicio que generó muchas dudas en cuanto a su imparcialidad y limpieza.