Un planeta para todos es a la vez un antídoto contra la desesperación y una hoja de ruta hacia un futuro mejor. Hace cinco décadas, Los límites del crecimiento conmocionaron al mundo al mostrar que el crecimiento poblacional e industrial estaban empujando a la humanidad hacia un precipicio. Hoy el mundo reconoce que estamos al borde del precipicio: la Tierra ha cruzado múltiples fronteras planetarias mientras la desigualdad generalizada está provocando profundas inestabilidades en las sociedades.