Julia es la pequeña de una familia en proceso de demolición en la Sevilla de los ochenta y primeros noventa. Desde Naranjito a la Expo 92, los eventos cruciales de la historia reciente de nuestro país van engastándose en las vivencias de la niña, que describe con voz clara y sin filtros las esperanzas, miedos e incertidumbres propias de la edad, a las que se suman las que provoca un padre que no sabe tener hijas. La vida adulta deparará a Julia otra clase de sinsabores, pero también de alegrías cotidianas, descubrimientos y momentos de ternura. Un gallinero en la azotea es una historia sobre el cariño y sobre su ausencia, el perdón y la pérdida, los lazos familiares y la solidaridad entre mujeres. En su debut como novelista, Celia Castro Castells utiliza una prosa desnuda, sin artificios y contundente, que refleja la realidad y la convierte en literatura, en un ejercicio de memoria, recuerdo y amor.