Christian Bobin es un poeta universal, un poeta de luz. Desde su casa perdida entre los bosques de su pueblo natal, Le Creusot, ha publicado medio centenar de libros. Cada uno es una invitación a la contemplación y a la admiración de lo simple. Lo que no puede bailar sobre la punta de los labios va a gritar en el fondo del alma, así piensa Bobin. Un asesino blanco como la nieve, nos habla del incendio de la vida. Nos invita a un paseo en la nieve, a entrar a una panadería y, en el camino de vuelta a casa, ser testigo de cómo una nube blanca se estrella contra las flores rosas del cerezo. Christian Bobin es un poeta que vuela y no se posa, que sabe que la ventana abierta de par en par da a lo eterno. Nunca ha habido más que un solo día.