«Cuando los dinosaurios dominaban la tierra -escribe Alfredo Taján, editor de este número-, Torremolinos ya existía y se comunicaba con los dioses del Olimpo». Y así fue, este mágico enclave sedujo a los dioses por su fastuosa ambigüedad enroscada en arenas blancas. La revista LITORAL, ella misma protagonista de esta historia, es la nave a la que les invitamos a subir.