Con cierta inclinación a la Fenomenología del espíritu hegeliana, Lukács despliega en estas páginas, publicadas por primera vez en 1916, un desarrollo fenomenológico del arte literario, que recorre a través de la epopeya, la tragedia, el drama, la lírica, la poesía y la novela. La novela resulta una #expresión del desamparo trascendental# de la vida moderna, una narración de los acontecimientos de los hombres en una realidad vacía. Su contenido es la historia del alma que parte para conocerse, que busca las aventuras para ser probada en ellas, para hallar su propia esencialidad. A diferencia de la tragedia y la epopeya griegas, la novela se encuentra privada de una necesaria y espontánea relación con el todo. La novela exhibe, para Lukács, una búsqueda de sentido que está destinada al fracaso. Como afirma Lukács en el prólogo, Teoría de la novela no es conservadora sino subversiva por naturaleza, aun cuando se base en utopías inocentes o infundadas: la esperanza de que la desintegración del sistema capitalista y, junto con ésta, la destrucción de categorías sociales y económicas alienantes y negadoras de la propia existencia, den paso a una vida natural y digna del hombre.