Un chico recorre un camino polvoriento en bicicleta. Pero en su cabeza se imagina a sí mismo viajando a una velocidad increíble sobre un rayo de luz. Esta mente brillante llegaría un buen día a proponer algunas de las ideas más revolucionarias nunca concebidas. De un chico absolutamente fascinado por las maravillas que suceden
a su alrededor, Albert Einstein se acabaría convirtiendo en un genio que observó el mundo para iluminar profundamente nuestro entendimiento del universo.