Noam Chomsky, uno de los intelectuales más influyentes del mundo, considera que el anarquismo es la confluencia de dos grandes corrientes, el socialismo y el liberalismo, que desde antes de la Revolución francesa hallaron "esa expresión característica de la vida intelectual de Europa", como escribía Rudolf Rocker. EL anarqu ismo es, por tanto, heredero de la Ilustración y hunde sus raíces en Rousseau, Humboldt y otros filósofos. En los últimos 100 años, pocas corrientes de pensamiento han tenido tanta influencia e importancia y, sin embargo, pocas han sido tan mal entendidas. El anarquismo, decía Bertrand Rusell, es "el ideal último al que debería aproximarse la sociedad". No hay motivos para suponer que la historia ha terminado y que las actuales estructuras de autoridad y dominio están grabadas en piedra.