«Ser errático» es un rasgo esencial de la condición humana.
Es el modo como el hombre puede poner en obra su libertad y elevarse a la forma más digna de su existencia. Pues existir implica afrontar el reto que supone estar siempre en tránsito o en ciernes. Ahora bien, en nuestra época el hombre anda a la deriva, de manera que su ser errático se desdibuja y rebaja. Vive en un movimiento sin cese, pero éste es sólo un devenir aparente, una obsesiva organización del vacío, apoyada en procesos de clausura y parálisis: los nuevos rostros del capital, la administración funcional de la praxis, la judicialización del mundo de la vida, el resentimiento generalizado. La actualidad es el espacio de esta sociedad estacionaria, inmóvil en su movilidad, en la que lo genuinamente errático es ya pura ficción.
Este libro explora las posibilidades del ser errático y las miserias de la sociedad estacionaria actual y realiza una crítica de patologías socio-culturales, entendidas como formas de la ficcionalización del mundo.