Enjambre de rickshaws y limpiazapatos
persecución de ambulantes hasta las vías
el hedor constante en la pituitaria
salen perros de entre sacos de semillas.
Me miras desde los raíles
entre los excrementos me sonríes
bebes veneno para seducirme
con tu turbia mirada
con tu brillante rictus.
El vagón se llena de perturbados semblantes.
Corres y penetras mi corazón.