Si en Vaquera invertida McKenzie Wark hacía estallar el género biográfico para narrar su fuga de la masculinidad, en este nuevo libro superpone capas de autoficción a otras de autoteoría para preguntarse: ¿es posible escribir un libro sobre la rave como práctica que sea a su vez una práctica raver? ¿Son aún útiles los conceptos, la escritura, en esos espacios a los que vamos justamente a perdernos? Prepárense para adentrarse en el mundo de las raves de la mano de McKenzie Wark. Partimos con una crónica totalmente inmersiva: una acumulación vertiginosa, fractal, de vivencias, ambientes, tips de supervivencia, percepciones alteradas y cuerpos exhaustos. Y sobre las premisas de esa experiencia se irán montando ideas ingeniosas que afloran en la atmósfera misma del éxtasis. Femmunismo ketamínico, tiempo-k, rave continuum son algunos de los conceptos producidos en diálogo con amigas anónimas, amantes ocasionales, djs, trabajadores de la noche, y una lista heterogénea que va de Theodor Adorno a Julianan Huxtable, pasando por los situacionistas o un meme de Facebook. Podríamos decir que hay dos contextos en los