Cómo la tecnología digital -desde los homenajes en Facebook hasta los códigos QR en las lápidas- está cambiando nuestra relación con la muerte.La sociedad moderna suele ocultar la muerte, como si fuera un defecto de carácter y no un hecho ineludible. Sin embargo, vivimos constantemente rodeados de muertos. Relegada lejos de nuestra vida cotidiana, medicalizada, expurgada de nuestras vidas, la experiencia de morir experimenta ahora una situación paradójica, ya que las imágenes y las palabras de los seres queridos fallecidos regresan e irrumpen de repente en las pantallas de nuestros teléfonos. Morimos, pero seguimos existiendo en la presencia de nuestras vidas online pasadas que no pueden ser erradicadas: los fantasmas digitales –huellas electrónicas de los muertos– aparecen cuando hacemos clic. En La muerte se vuelve social. Inmortalidad, memoria y duelo en la era de la cultura digital, Davide Sisto analiza cómo la tecnología digital está cambiando nuestra relación con la muerte. Las redes sociales, los chats y los sitios web –explica– constituyen, hasta la fecha, el mayor cementerio del mundo. El territorio explorado por la ciencia ficción, la ficción y, recientemente, por una de las series más inquietantes que se centra en la relación entre el hombre y la tecnología, Black Mirror, parece haber sido superado por las nuevas inteligencias artificiales. Ya existen bots con los que conversar y que son capaces de interpretar nuestros estados de ánimo y sustituirnos cuando hayamos fallecido, y seguir hablando con nuestros seres queridos; el perfil de Facebook que consultamos compulsivamente varias veces al día, cuando fallezcamos, se convertirá en una auténtica lápida virtual, y nuestros amigos podrán, cada año, seguir deseándonos lo mejor en el más allá.Así, la web se ha convertido en la mayor plaza pública para celebrar el recuerdo o compartir incluso la experiencia privada del luto. Juntos lloramos a nuestros seres queridos, juntos recordamos a nuestros favoritos. Juntos, en un futuro próximo, viviremos una segunda vida en la realidad virtual.Davide Sisto, filósofo italiano que lleva tiempo dedicado a estudiar la relación entre la muerte y la cultura digital, elabora por primera vez un discurso interpretativo que tiene como centro la nueva relación de nuestra sociedad con la muerte, inducida por el avance tecnológico.