Un regreso épico y salvaje al universo de La Dalia negra y L.A. Confidential. Seis de diciembre de 1941. Estados Unidos se encuentra al borde de la Segunda Guerra Mundial. La última esperanza de paz salta por los aires cuando los escuadrones japoneses bombardean Pearl Harbor. Hasta ese momento, Los Ángeles ha sido un refugio inestable para los ciudadanos americanos de origen japonés, pero ahora la locura de la guerra y una creciente escalada de rencor se apoderan de la ciudad. En este ambiente de miedo y sospecha, el hallazgo de los cuerpos sin vida de una familia nipona de clase media pondrá sobre el tablero a una multitud de personajes: el astuto y ambicioso capitán del departamento de policía William H. Parker, el brillante químico forense japonés Hideo Ashida, una jovencísima y atrevida Kay Lake, el ex boxeador Lee Blanchard, el policía Bucky Bleichart y el detective de homicidios irlandés Dudley Smith, todos ellos viejos conocidos de las novelas anteriores de Ellroy. Con Perfidia, Ellroy regresa a los escenarios de su ciudad natal y al universo de su ya legendario «Cuarteto de los Ángeles», pero si la acción de este ciclo novelístico transcurría entre 1946 y 1959, la del nuevo cuarteto, que arranca con Perfidia, da comienzo en 1941 y recorrerá los años de la Segunda Guerra Mundial. La crítica ha dicho...
«Es imposible que estos libros te dejen impasible. Puedes odiarlos, sí. Su lectura no nace del placer, es el reflejo de una obsesión. Sexo, mujeres, crimen, política, poder, corrupción. [...] Una vez aprendida y asimilada su sintaxis de anfetamina es imposible dejar el vicio.»
Rodrigo Fresán, El Cultural «Ellroy vuelve a exhibir su envidiable maestría [...] a través de su implacable descenso a los infiernos...»
Manuel Rodríguez Rivero, Babelia «Una voz única en la narrativa americana.»
Jonathan Kellerman «Ellroy crea un caleidoscopio de pasión humana y oscura obsesión.»
Library Journal «Uno de los grandes escritores americanos de nuestro tiempo.»
Los Angeles Book Review «A buen seguro que a ninguno de sus lectores dejará indiferente esta precuela.»
Luis Fernandez, La Razón