Después de los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985, en la ciudad de México nada ni nadie serán nunca más los mismos. Pánico, desesperación, rabia, impotencia, solidaridad, muerte, la megalópolis sembrada de destrucción por doquier. De inmediato, desde el primer momento, obedeciendo a un extraordinario sentimiento colectivo, los sobrevivientes se lanzaron a las tareas del rescate. Nada de todo aquello se olvida. Nadie podría contar por sí solo esta historia. Elena Poniatowska recoge, una vez más, cientos de voces que hablan de aquellos días aciagos que la solidaridad espontánea hizo históricos.