Una heroína compleja, improbable, pero sobre todo, adorable.
A simple vista Hanna Mole es el ama de llaves perfecta: tranquila, eficiente y de aspecto común. Durante años se ha ganado la vida con una sucesión de exigentes ancianas. Cumplidos los cuarenta y algo gastada, Miss Mole regresa a Radstowe, el hermoso pueblo de su juventud. Aunque no exactamente bien recibida, es al menos empleada por el pomposo reverendo Robert Corder. La enérgica Miss Mole no tarda en transformar la deprimente vicaría y en asistir a las necesidades de las desdichadas hijas del reverendo, siempre con el cuidado de no dejar que este la considere más inteligente que él. Además debe estar siempre alerta, pues su pasado encierra un secreto que, de salir a la luz, pondría en peligro su precaria existencia.