Un hombre solo. Unas extrañas desapariciones en una pequeña población. Unos acantilados apartados y enigmáticos, obsesivos. Un perro. Con estos pocos ingredientes, José Manuel Lara Alberca nos enfrenta a una narración coral envuelta en un suspense psicológico. Una novela corta intensísima donde la realidad y la irrealidad bailan al son del lector jugando con su pensamiento y con sus intuiciones.