En la cárcel de mujeres de Vigevano, Milena Quaglini espera la sentencia del juicio por el asesinato de Angelo Porrello, su última pareja. No es, sin embargo, el único que ha cometido: Milena ya ha matado, Milena mata a los hombres violentos que abusan de ella. Pero, pese a todo, ningún atenuante parece que pueda salvarla de la condena que la alejará de sus hijos y de la posibilidad de llevar una vida normal.
El de Milena Quaglini fue uno de los casos más sonados de la crónica negra italiana de finales del siglo XX. Poniéndose en la piel de la protagonista, Elisa Giobbi teje la red de los inquietantes pensamientos que se agolpan en la mente de Milena y emprende un viaje por los meandros de un alma enturbiada por el sufrimiento, el alcohol y el recuerdo de una infancia de palizas y humillaciones. La narración, intercalada con documentos reales, constituye una investigación cruda y sincera sobre la naturaleza humana, la justicia, la responsabilidad y la culpa, los instintos de supervivencia y la violencia de género. Estas páginas trazan el duro retrato de una mujer destinada a la marginalidad y al martirio, a ser a la vez, trágicamente, víctima y victimaria; a llevar en su propia carne el estigma del rechazo que se convierte en pecado que expiar y del dolor que se transforma en enfermedad mental.