La amnesia ha sido una política de Estado desde los consensos de la Transición que instituyó el régimen político del 78. Una pieza clave para asegurar la pervivencia de la impunidad del franquismo, sus crímenes y sus criminales. Esta situación no solo ha supuesto una revictimización intolerable para miles de luchadores, luchadoras y sus familias, sino que también ha conformado una democracia de baja intensidad marcada por la negación de derechos fundamentales. Este libro colectivo, coordinado por Miguel Urbán y Jacinto Lara, aborda desde diferentes enfoques la memoria democrática, entendida como un arma contra la impunidad y la amnesia ejercidas por un poder que, durante más de cuarenta años, ha negado el acceso a la justicia a las personas que sufrieron graves violaciones de derechos humanos durante la dictadura. Esta anomalía permite que España siga siendo a día de hoy uno de los países con más casos de desaparición forzada del mundo. Y un Estado que mantiene una parte fundamental de su memoria democrática enterrada bajo sus cunetas y fosas comunes tiene un problema muy serio con el pasado, pero sobre todo con el presente. El objetivo no es presentar la memoria de los resistentes a la dictadura en abstracto, desligada de sus vivencias, sueños y luchas, sino una memoria que parte del reconocimiento individual de la persona y su dignidad, que se articula colectivamente como una demanda social mediada por el presente. Las luchas de ayer conectan con los conflictos de hoy por la justicia, la verdad y la reparación, y se entrelazan con el reclamo popular y reivindicativo de “democracia real ya”. La memoria democrática no plantea reabrir heridas, más bien poder cerrarlas, profundizando en los principios más elementales de cualquier Estado democrático. De ahí su importancia, urgencia y actualidad. Además de los coordinadores, escriben también Sabino Cuadra, Rosa García, Enrique Gómez, Soledad Luque, Llum Quiñonero, Jaime Pastor, Jesús Rodríguez y Luis Suárez.