¿Tiene
todavía Marx algo que enseñarnos sobre el futuro que se avecina? El objetivo de
Karl Marx en El Capital no fue
analizar la situación concreta de ningún país o región en una época determinada
sino, por el contrario, dilucidar y determinar las leyes propias del
capitalismo considerado en toda su pureza, aquellas que el capitalismo
impondría en caso de ser suprimidos todos los obstáculos, interferencias y
pautas extrañas que lo limitaban.Hoy
nos encontramos en un momento histórico de cambio. Ya no es posible dudar al
respecto de la tendencia que mantenemos, en forma de «flexibilizaciones», «desregulaciones»
y «liberalizaciones». Según avanza este proceso, va emergiendo poco a poco un
mundo en el que la lógica del mercado impera sin cortapisas ni restricciones de
ningún tipo, ni sociales, ni políticas, ni siquiera humanas.Así
pues, no debe extrañarnos la insólita actualidad del pensamiento de Marx. Si
las leyes propias del capital vuelven a operar entre nosotros en toda su
pureza, recordaremos entonces con estupor la importancia de una obra que,
como El capital, tuvo por objetivo precisamente sacarlas a la
luz. En todo caso, aún estamos a tiempo de anticiparnos y conocer esas leyes
antes de que vuelvan a operar desbocadas. Y esto sin duda puede resultar de
utilidad para evitar lo que hoy se presenta como un fatal desenlace.