En 2007 siguió la ruta de los emigrantes en Turquía, Grecia, Túnez, Marruecos, Sáhara Occidental, Mauritania, Mali y Senegal, entrevistándose con las familias de los desaparecidos. Mamadú va a morir es fruto de esta experiencia.
Se trata de un gran reportaje en el que se habla de las víctimas de la inmigración clandestina, de la temida e inexistente invasión de africanos a Europa y de los nuevos guardianes de un cementerio llamado Mediterráneo. Desde 1988 no menos de 13239 personas murieron llamando a las puertas de la fortificada Unión Europea, víctimas de los naufragios, pero también del calor y el frío extremos del Sáhara, de los campos minados, de los disparos de la policía, de los propios traficantes de seres humanos? Y un número infinitamente superior de personas que, tras el primer fracaso, lo intentan de nuevo, todas las veces que se presente la oportunidad, pues la vergüenza del fracaso y las deudas contraídas les impiden regresar al punto de partida. Hombres y mujeres jóvenes, desarraigados y expuestos a todas las explotaciones y violencias.