Los siete locos es, entre otras cosas, la historia de una conspiración disparatada en la que participa Remo Erdosain, un personaje que cree tener su corazón lleno de inmundicia y que ronda interminablemente por los bordes de su propio abismo. Deambulando en pos de una utopía que devuelva el sentido a su vida, Erdosain recorre un Buenos Aires cubierto por la angustia. El mundo no tiene sentido porque no tiene dueño, o su dueño es un engendro falso, un ser pervertido, una equivocación de Dios. Ignora que se trata de un mundo construido sólo para hombres y mujeres prácticos y sin escrúpulos, como el Astrólogo y la Coja, individuos sabedores de que los seres humanos solo se mueven empujados por las mentiras, sean éstas grandes o pequeñas. No sabe que la estirpe de los vencedores se nutre de la falacia, del crimen y la demagogia, y que son, precisamente, aquéllos que anhelan la utopía los que más fácilmente serán víctimas del engaño.