Wacquant hace a un lado la tendencia con que los medios tratan el problema de la marginalidad urbana y se sumerge a analizarla desde el seno del gueto de Chicago y en el de un barrio de un suburbio industrial de París para analizar las causas estructurales del problema y poner en evidencia la contrastante mezcla de opulencia y miseria que surge con violencia en las metrópolis del primer mundo. El autor muestra en esta polémica obra que, la implosión del corazón negro de la metrópoli estadounidense se explica ante todo por la doble retracción de la economía salarial y del estado providencial favorecida por las políticas públicas de segregación y abandono urbano. Por su parte, la proliferación de "barrios problema" alrededor de las ciudades europeas no anuncia, como pretenden algunos, la formación de guetos a la americana, sino que traduce la descomposición de territorios obreros por el efecto conjunto de la desindustrialización, la precarización del trabajo y la mezcla étnica de poblaciones hasta aquí fuertemente compartimentadas. La comparación de la "Cintura negra" estadounidense con la "Cintura roja" francesa prueba que las estructuras y las políticas estatales juegan un papel determinante en la articulación de las desigualdades de clase, de lugar y de origen en las dos costas del Atlántico, y ofrece herramientas preciosas para agitar el debate público sobre las desigualdades sociales y la ciudadanía en el comienzo de un siglo nuevo.