«Dios nos ha mantenido cautivos durante miles de años, y sin embargo matamos por Él. Mi relación con Dios ha sido un círculo infinito de por favor, ayúdame, seguido de: que Te den, a tomar por culo. Las personas que me criaron dirán que no soy religioso. Se equivocan. Soy religioso de una manera dolorosa e incurable; y últimamente he observado, perplejo y consternado, que cada vez más gente parece estar encontrando Dioses, cada uno de ellos con más odio y más sediento de sangre que el anterior, mientras yo hago todo lo que puedo por perder el mío. Y fracaso miserablemente.»
Shalom Auslander fue criado en una familia judía ultraortodoxa. Todavía no ha podido escapar, pero sigue intentándolo. Mientras tanto, ha escrito estas memorias.
Edición revisada y corregida con nueva cubierta.