Boratin, músico de blues, se despierta una mañana y no sabe dónde está. Al parecer, intentó suicidarse saltando desde el puente del Bósforo. Tiene una costilla rota y ha perdido la memoria; aunque la amnesia no afecta los acontecimientos históricos ni otros detalles del mundo exterior, no sabe situarlos en el tiempo. En una peregrinación a la vez interior y exterior, Boratin intentará comprender quién era antes, quién es ahora y qué motivos pudieron llevarlo a saltar. Nadie parece dar demasiada importancia a su falta de recuerdos, pero para Boratin tanto la ciudad como él mismo se han convertido en un laberinto cuyos recodos están llenos de preguntas. Del vagabundeo del protagonista, de su búsqueda de sentido, se derivan interrogantes esenciales: ¿qué nos convierte en nosotros mismos?; ¿qué supone el pasado del lugar que habitamos para nuestra identidad?