A lo largo de los últimos dos siglos y medio se produjeron las principales conquistas emancipatorias de la ciudadanía moderna: igualdad ante la ley (siglo XVIII), participación política (siglo XIX) y derechos sociales (siglo XX). Pero a cada una de estas conquistas le siguió una furiosa ola de reacciones conservadoras tan influyentes social y culturalmente como las propias reformas contra las que se levantaban. En este verdadero clásico de las ciencias sociales, Albert O. Hirschman logró identificar y aislar tres tipos de argumentos reaccionarios paradigmáticos (la tesis de la perversidad, la de la futilidad y la del riesgo de todo intento de cambio histórico) que sirven para analizar la lógica con la que piensan y actúan los reaccionarios de cualquier época... también la nuestra.