El «mundo de 2007» se ha acabado, ya no existe como tal, ni volverá jamás. Es un «mundo» que se está deshaciendo poco a poco ante nuestros ojos, pero sin darnos cuenta. Estamos en un punto de inflexión histórica. Una bifurcación de enorme trascendencia de la que todavía no somos conscientes. O tan sólo mínimamente. Se están produciendo ya profundas mutaciones económicas, geopolíticas y culturales, muchas de ellas de carácter todavía subterráneo, que irrumpirán con fuerza en la superficie en las próximas dos décadas, pero que aún permanecen ocultas, sobre todo para los que no las quieren ver