«Quien es capaz de escribir como lo hace Herta Mu;ller
no sólo sabe de literatura, sino que es lo que antaño se
denominaba un poeta.»
Frankfurter Allgemeine Zeitung
La piel del zorro nos ofrece un desgarrador fresco de
una ciudad rumana durante las postrimerías de la era
de Ceausescu. La trama de la novela sigue una línea
discontinua a través de múltiples escenarios desnudos
;apartamentos, fábricas, bares, hospitales, cuarteles; y
personajes amenazados ;una maestra, un soldado, la
amante de un agente de la Securitate;, todos marcados
por el fracaso y la sospecha. Pero el verdadero
protagonista de La piel del zorro es el hipnótico
lenguaje con el que se organizan las distintas escenas,
un prodigioso miniaturismo verbal que disloca y
subvierte una realidad sórdida, cruel, primaria, donde
el círculo vicioso de la desesperanza se recrea en la
obsesiva contemplación de lo ínfimo y lo abyecto.