«Cientos de peligros amenazaban a quien intentaba escalarla. Sus inclinadas laderas, cuajadas de lóbregos parajes, ejercían una funesta influencia sobre todo aquel que osaba aproximarse. La montaña transformaba a quien se acercaba a ella de forma imperceptible e irremediable. Los valientes que se atrevieron a transitar por sus caminos, jamás volvieron a reconocerse a sí mismos. Más de uno regresó desvariandou optó por callar para siempre. Aún años después, quienes sobrevivieron al primer encuentro, seguían viendo cosas extrañas por todas partes, que les incitaban a comportarse de un modo asombroso.»
En un país lejano, una montaña trae toda clase de desgracias a quienes se atreven a escalarla. Sin embargo, pese a la terrible fama que la acompaña, un hombre decide aventurarse en sus parajes. Múltiples maravillas y dificultades se abrirán a su paso con un único fin: enseñarle a mirar.