Oriol Llopis, icono de la crítica rock desde los años setenta, apostó desde sus primeros textos por un periodismo en el que lo musical se mezclaba con lo vital, fundiendo a autor y músico en un todo indisoluble. Sus artículos en revistas míticas como Star, Disco Express, Vibraciones, Rock Espezial o Ruta 66 le convirtieron en punto de referencia, pero su afición a transitar el lado salvaje de la vida le asignó un aura de misterio que él mismo decide desactivar en este singular recorrido por su existencia.