El verdadero retrato de una política ambiciosa y calculadora que, bajo la apariencia de un discurso marcadamente populista, oculta un programa liberal que aspira a estrujar el erario público hasta el último céntimo.
Detrás de la aristocrática y pizpireta millonaria que actúa con aire arrabalero y maneja la Comunidad de Madrid con absoluto desparpajo, hay un plan sistemático de destrucción de los servicios básicos y de saqueo del presupuesto público en busca del beneficio privado. Amigos, correligionarios y parientes se benefician de la política de Esperanza Aguirre. Consigue que el AVE pare en una finca de su familia, y construye carreteras y líneas de metro con la intención de multiplicar los beneficios de las poderosas empresas constructoras que se mueven a su alrededor. Además, ha convertido Telemadrid en un órgano de desinformación y propaganda a su exclusivo servicio.
La desmedida ambición de Aguirre tiene como objetivo la presidencia de su partido y la del Gobierno, pero los escándalos protagonizados por sus más estrechos colaboradores y el rechazo que ella misma genera fuera de Madrid incluso en sus propias filas, la apartan, cada vez más, de esa competida carrera.