Siete capitulos dedicados a los escritores que le han marcado a Bergounioux de diversas formas: Flaubert, Faulkner, Alain-Fournier, Claude Simón, Pierre Michón, Henri Thomas y Jacques Reda; y tres capítulos más dedicados a la escritura, la literatura, el sortilegio de la imagen. Pierre Bergounioux pone en perspectiva el acto de escribir.