La violencia de género, la gestación subrogada o la persecución política quedan reflejadas en estos textos que ofrecen una visión lúcida y despiadada del mundo.
John y Joe (1972) es probablemente la más popular y representada de sus obras teatrales. Dos compañeros de infortunio ven cómo un simple décimo de lotería puede cuestionar su amistad. Pero, ¿a quién pertenece ese dichoso décimo?
La llave del ascensor (1977) es el relato de una extraña historia de amor contada por una mujer encerrada en un castillo que interpela al que la escuche.
Pasa una rata (1972), la primera de sus obras teatrales, es una comedia kafkiana marcada por el recuerdo de los procesos políticos. Un juez en plena crisis de conciencia revive su juventud y plantea un juego que más tarde profundizará en la trilogía Claus y Lucas: el del desdoblamiento.
La hora gris o el último cliente (1975) transcurre en una miserable habitación donde se encuentran una mujer, quizás prostituta, y un hombre, probablemente ladrón. Al principio la relación estaba clara entre ellos: solo había sexo. Ahora ya solo quedan sueños rotos, ilusiones perdidas y remordimientos, un juego de amor y odio al que se siguen entregando.