La explotación de los trabajadores sigue siendo, hoy como ayer, la esencia misma del modo
de producción capitalista. Sin embargo, la invasiva ideología neoliberal ha conseguido que
ya no se hable de explotación en los países con un contexto social más avanzado, como si
no existiera la realidad de la explotación en los países del capitalismo desarrollado. Se habla,
sí, de la explotación de los niños en Asia, que realizan jornadas agotadoras con sueldos de
hambre. Pero en nuestro contexto, como no aparece en la TV, se diría que la explotación
no existe.
De hecho, como demuestra este libro, sucede todo lo contrario: mientras más desarrollada
está la productividad del trabajo colectivo de una sociedad, mayor grado de explotación
experimentan sus trabajadores. Porque la explotación tiene que ver con la evolución del
salario relativo (la participación de los asalariados en la renta nacional) y no con el salario
real. Y, además, porque si es verdad que los salarios reales tienden a crecer a largo plazo, ni
lo hacen siempre ni hay seguridad de que lo vayan a hacer siempre.
Diego Guerrero es profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la
Universidad Complutense de Madrid. Entre sus últimos libros destacan Competitividad, teoría
y política (1995); Historia del pensamiento económico heterodoxo (1997) y como editor o
coordinador La nueva Economía Política de la globalización (con Joaquín Arriola, 2000);
Macroeconomía y crisis mundial (2000); y Manual de Economía Política (2002).