Tras la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, se comprobó que la economía del llamado socialismo real tuvo diversos problemas: ineficiencia, excesiva burocracia, despotismo jerárquico e incapacidad para asimilar las nuevas iniciativas. Se ha pretendido achacar estas dificultades a las «deformaciones» de la economía soviética, una desviación del modelo ideal de sociedad socialista que debía deducirse de la obra de Marx. Frente a este tipo de análisis, Nove, en el inicio de la década de los ochenta y antes de la desintegración de la Unión Soviética, revolucionó la cuestión mostrando rigurosamente la insuficiencia del planteamiento de Marx para construir una sociedad socialista.
Este brillante ensayo analiza las debilidades del socialismo de tipo soviético, se ocupa de los intentos de reforma económica en la Europa del Este subrayando sus problemas y limitaciones, y aborda las cuestiones más estratégicas de una posible transición al socialismo (tanto desde el capitalismo como desde el «socialismo real»). Partiendo de este análisis, Nove aborda el problema central de definir un socialismo factible y realizable, un socialismo eficiente y humano que suponga una superación real y no sólo nominal del capitalismo.