Estas reflexiones de Miguel de Unamuno (1864-1936), escritas antes y después del malhadado 1898, leídas en las actuales circunstancias de la sociedad española, ponen de manifiesto la persistencia de un sentido chico de la patria, de un sentimiento de campanario, de un concepto simplón de nación las más de las veces sustentado en la mentira. "Creo que al protestar no pocos contra lo que llaman el españolismo, protestan contra la íntima desespañolización de España. ¡Extirpar el beduinismo! ¡Desarraigar las taifas! He aquí la grande, la noble, la patriótica tarea de todos los que hablan de cortar las amarras. Si quieren salvarse cortando éstas, se perderán; si en vez de esforzarse por tirar de la cuerda y arrastrar tras de sí a los otros, se ocupan en cortarla, se irán, con la cuerda cortada, a hundirse donde se hunda el que con ella les tiraba.ö