El
objetivo fundamental del libro es transmitir la importancia de vivir la
educación como un camino profundamente humano. El autor considera la
multiplicidad de factores humanos que intervienen en la relación
educativa, destacando esos aspectos que, cuidados y desarrollados dentro
y fuera del aula, pueden ser generadores de una belleza que es la linfa
más vital para un aprendizaje sano, sensato y duradero.
Dentro del libro está el fruto de la experiencia del autor. Veinte años
de actividad pedagógica y formativa en varios contextos educativos. La
transmisión de esta experiencia se compone de dos partes. La primera
trata del sabor poético de la enseñanza: la filosofía, las reflexiones,
los resultados poéticos de su camino profesional en la escuela. La
segunda considera la relación educativa como arte del suceder. En cada
capítulo de esta segunda sección se presentan unas dinámicas concretas,
que se pueden desarrollar con los niños, maestros, padres y madres.