Un célebre aforismo de Hipócrates definía la breve aventura de la vida humana: “La vida es breve, el arte es largo, la ocasión es fugaz, la experiencia es engañosa, el juicio, difícil”.
La idea moderna define a la aventura como algo extraño, excéntrico y extravagante en relación a la vida cotidiana.
El concepto de aventura supone que algo aislado y casual contiene un sentido y una necesidad y a pesar de su contingencia y su extraterritorialidad frente a la vida, debe formar parte integral de la naturaleza y del destino de aquel que la lleva adelante, siguiendo una necesidad misteriosa y un sentido que va más allá de los eventos más racionales de la vida.