Émile Bravo sobre Jules:
“Con Jules normalmente empiezo a partir de sucesos que percibí cuando era muy pequeño. De algún modo, me di cuenta de que todos esos cuentos de hadas no cuadraban, con sus bellas princesas y sus horribles dragones. Estaba interesado en cosas más serias, cosas que podríamos llamar cuestiones existenciales. A menudo pensaba sobre la vida y la muerte…
Era, y todavía soy, un auténtico soñador, un chico que contemplaría las estrellas durante horas por la noche. Pero al mismo tiempo quiero saber cómo funcionan las cosas, y de qué forma llegaron a ser como son. Muy pronto me di cuenta de que los humanos realmente no contamos mucho. La vida se acaba en un suspiro, así que más vale asegurarse de hacerlo lo mejor posible la mayor parte del tiempo. Y eso es lo que intento de algún modo introducir en cada historia.”