La situación no puede ser más delicada: la ciudad de Cádiz pese a sus turbulencias políticas, económicas y sociales, sigue siendo una ciudad apetecible, tanto que desde tierras del Norte (Sevilla) han ideado un plan para anexionarla y pasar a ser territorio de María Santísima con un gobierno títere. Comandos altamente especializados intentarán esta felonía que contará con la predisposición del exjefe del Estado, Juan Carlos I, para asumir el poder de la nueva entidad surgida producto de la absorción de Cádiz por Sevilla.
Juan Vurbinka, después de su azarosa aventura contada en “Independenshia”, en la que tuvo que lidiar con los enfrentamientos entre los ciudadanos de Cadi-Cadi y Puertatierra, se ve envuelto en esta ocasión en otra truculenta historia, la cual nos lleva por distintos escenarios, además de Cádiz, ignotos para nuestro protagonista.
Nuevamente la irreverencia, el descaro, la poca vergüenza, la caricatura gruesa, el humor más descacharrante entra en escena de la mano de un grupo de personajes liderados por Vurbinka.
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