Hay algo que la inteligencia artificial no puede conseguir: la capacidad humana para formular nuevas preguntas y analizarlas con otro marco de referencia.
Los marcos son modelos mentales del mundo que utilizamos para entender los problemas más difíciles y son la base de la creatividad, el pensamiento crítico y la innovación.
Ahora que la investigación en la inteligencia artificial y el big data nos demuestra cuánto han mejorado en memoria y procesamiento de datos, nuestra capacidad de contextualizarlas se ha convertido en una función crucial.