Tras el triunfo de Joe Biden, el asalto al Capitolio y la vigorosa irrupción de QAnon en los medios de comunicación estadounidenses pusieron de manifiesto que la extrema derecha norteamericana no era solo un pequeño grupo de exaltados, sino un fenómeno más profundo cuya verdadera dimensión nos era entonces desconocida.
Federico Leoni ha investigado a fondo el mosaico de organizaciones de extrema
derecha, y el lector se sorprenderá ante su elevado número, su influencia creciente y lo pintoresco –para los ojos democráticos– de sus postulados, que en muchos casos son simplemente disparatados.
Pero están ahí, dispuestos incluso a alentar una guerra civil, extendidos por todo el territorio, acercándose peligrosamente a la derecha tradicional y seduciendo a un sector de su electorado. Creciendo.