El anarquismo es un movimiento que aspira a una sociedad sin opresores ni oprimidos y cree que para ello es necesaria la auto-organización de la gente sin líderes ni partidos. Así lo entendieron miles de extremeños en el pasado. A principios del siglo XX, los “paqueteros” repartían libros que difundían estas ideas, y que los trabajadores leían en el campo durante los descansos. Así se formó la Germinal obrera, la potente organización extremeña de carácter anarquista que llevó a cabo la primera manifestación reivindicativa del 1 de mayo en la región. No se contentaban con reformismos y defendían la acción directa y la huelga. Estos principios darían lugar al sindicato CNT, que articuló en infinidad de localidades del Estado la lucha contra el fascismo y el orden burgués. Aquí se narran acontecimientos como “los sucesos de Badajoz”, la huelga en la que las mujeres de la ciudad protagonizaron un momentáneo levantamiento y acorralaron a la guardia civil para liberar a los detenidos. Chema Álvarez también recoge la experiencia de los extremeños que crearon escuelas racionalistas y laicas, con un espíritu y metod