En este libro nos adentramos en la mansión del ser, una mansión encantada. Todo es sorpresa, y todo ha de contarse tal y como se ha visto y sentido. Hay que encontrar un lenguaje para ello. El poeta, pues, como detective en misión especial. Quien emprende una investigación en la casa de lo real quizá solo esté subiendo y bajando los escalones de su propia alma. Quién sabe. Hacer un viaje, ese viaje, como vivir una vida, todas las vidas.