La biblioteca de una escritora se abre ante nuestros ojos para fascinarnos. “Mi mirada se quiebra en el fragmento”, declara Margo Glantz, “es una mirada femenina” que se fija sobre todo en el detalle. Con esa sensibilidad repasa la literatura sentimental y libertina del siglo XVIII. Recorre la literatura inglesa, francesa y norteamericana para conformar una erudita cartografía de heroínas literarias y de autoras, afín al saber de quien ha leído antes con pasión. Tanta, que cuando la lectura toca un cuerpo, el texto puede convertirse en joya o también en una flor, perfecta.