Un grupo de vecinos de clase media convive en un mismo edificio en el Madrid de los años cincuenta. Son seres incomunicados que apenas se relacionan entre sí a través del patio de luces de la casa. En la novela aparece un rico abanico de personajes: mecanógrafas, modistas, porteros, mujeres de vida nocturna, criadas, comerciantes…
Destaca un interesante personaje femenino, motor de toda la novela y alter ego de la autora, a través del cual Dolores Medio desliza su crítica al inmovilismo y el control que el franquismo ejerció sobre toda la sociedad española: la hipocresía social, la ausencia de futuro, la frustración y, en definitiva, el estatismo impuesto por las circunstancias.