Desde Occidente se contempla el islam como
un mero espacio religioso cuyo legado, obsoleto y desfasado, es inferior en
todos los aspectos a la modernidad ilustrada y tolerante. Este prejuicio reduce
el islam a losa anticuada e inerte, cuando en realidad es un inmenso mosaico
rico y vibrante, de múltiples y vivas teselas de colores, de realidades
sociales, culturales, políticas y geográficas, además de religiosas.En El mosaico del islam
Perry Anderson y Suleiman Mourad señalan y analizan cada pieza de ese complejo
mosaico con el objetivo de ofrecer una visión más completa, y por tanto más
compleja y menos simplista, tanto de la religión de Mahoma como de la
diversidad del mundo islámico.